Reseña/Una Corte de niebla y furia de Sarah J. Maas

Titulo: Una Corte de niebla y furia

Autor: Sarah J. Maas

Saga: Una Corte de Rosas y Espinas

Paginas: 700

Editorial: Planeta

FEYRE ES INMORTAL.

DEBERÁ REPRIMIR SU CORAZÓN PARA SALVAR UN MUNDO PARTIDO EN DOS.

Tras rescatar a su amado Tamlin de la malvada reina Amarantha, Feyre regresa a la Corte Primavera con los poderes de una Alta Fae. Pero no consigue olvidar los crímenes que debió cometer para salvar al pueblo de Tamlin... ni el perverso pacto que cerró con Rhysand, el Alto Lord de la temible Corte Noche.

Mientras Feyre es arrastrada hacia el interior de la oscura red política y pasional de Rhysand, una guerra inminente acecha y un mal mucho más peligroso que cualquier reina amenaza con destruir todo lo que Feyre alguna vez intentó proteger. Ella deberá entonces enfrentarse a su pasado, aceptar sus nuevos dones y decidir su futuro.

Muchas Gracias a la editorial por el ejemplar

Mi Opinión (Con Spoilers)

Historia: El primer libro de esta serie me gusto mucho y fue increíble en comparación a los sentimientos que me genero esta segunda parte. El argumento habla de cuestiones políticas en el mundo creado por Maas, pero fue lo menos que se desarrollo. No hubo conflictos políticos, pero si conflictos amorosos y la búsqueda de la protagonista por encontrarse así misma  y descifrar lo que deseaba su corazón. En general, el romance no me molesta, pero si se vuelve un obstáculo cuando se plasma en un drama sin propósito para acaparar el 80% de la trama.

Voy a rescatar los momentos finales y a los personajes que acompañan en segundo plano  a los protagonistas.

Ritmo: Las primeras  páginas fueron  interesantes para querer terminar el libro a pesar de no conectar con sus protagonistas. Pero cuando llegue a una determinada cantidad de episodios tuve que parar la lectura por 4 meses ya que me resultaba imposible avanzar  y termine obligándome a leer  casi 200 páginas de puro relleno. Me aburría demasiado esa búsqueda del bendito libro y el drama amoroso de Freyre.

 Este mes, decidí retomar la lectura en la pagina 400 y por fin la historia se torno más fluida y  gran parte se lo debo a la participación de personajes secundarios  y algo de acción en la trama. También admito que me comenzó a dar mucha gracia los momentos bizarros en la relación de Feyre y Rhysand que se me asemejaban a una telenovela de la tarde. Mucha tragedia, confesiones cursis y provocaciones de índole sexual que terminaban siendo parte de una pareja de adolescentes.

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Personajes:

Feyre no es la misma que ingreso a Prythian y que vivió un tiempo largo en primavera. El cargo de conciencia por haber tenido que asesinar a aquellas personas desconocidas con tal de salvar a otras, es muy grande y ya no se siente bien en su nueva piel. Es extraña su reciente condición y está intentando aprender a manejar sus poderes y ver con los ojos de un Fae

Sus días están llenos de frivolidades junto a Tamlin mientras se prepara para su boda y cada segundo se siente más inestable. A pesar de que intenta acoplarse a la situación, se siente encerrada y extraña la libertad que le dio la caza y la supervivencia.  Por tal motivo, es entendible que en Rhysand encuentre ese escape que tanto anhela y necesita.

En la anterior entrega Feyre fue un personaje que me gusto mucho gracias a tu temperamento, fuerza, energía y valentía. Sin embargo, se noto ya a finales de esa entrega que su carácter se iba transformando en alguien más voluble y manejable. En inicios de esta segunda parte Feyre se dedica a complacer a Tamlin y termina siendo cómplice de sus exigencias y deseos, hasta que finalmente explota. Más tarde tenemos un vistazo de lo que fue la antigua Feyre pero en cuanto surge el factor romance, queda anulada para ser alguien que solo está pendiente de cada gesto de Rhysand y averiguar que sienten el por ella. Gran parte del libro se olvida de sus hermanas y de su padre. Seres que  eran su motor para seguir adelante. Obviamente cuando lo requiere, esos personajes son metidos a la fuerza para conveniencia de la trama.

Rhysand: Es todo lo que temía en que se convertiría. Lo conocimos en el libro anterior como el aliado de Amarantha. Fue muy cruel con Feyre.  El la humilló de muchas maneras, la hizo sufrir con sus palabras y juegos mentales y no le importo que agonizara un tiempo largo cuando pretendía que ella aceptara ese trato. Obviamente, deja una primera impresión negativa, pero la autora también juega con el deseo y un interés personal por Feyre por lo que es fácil intuir su participación en esta entrega. Indiscutiblemente, aquí tenemos su punto de vista, y una “explicación conveniente”, de todo lo malo que hizo. Hay un capitulo completo donde el “abre su corazón” como el típico galán de telenovela de la tarde y confiesa y justifica cada una de sus acciones, tal como si recitara una lista de supermercado.

Además, la autora se encarga de que Rhysand sea todo lo opuesto a Tamlin en cuanto a lo que pretende de Feyre, dejándolo como la única opción segura.

Cuál es el problema? Me parece un personaje demasiado falso con un desarrollo que no busca mostrarlo como alguien original, con ideas propias, ni con un carácter que lo identifique. Termina siendo ambiguo. Primero un hombre engreído, seguro de sí mismo, provocativo y algo temible, para terminar siendo un corderito, voluble, melancólico y un perrito faldero de Feyre que según él, sabe lo que ella necesita para que ser feliz.

Tamlin: Es el personaje olvidado  para ser manejado con el único propósito de fijar el camino amoroso de la protagonista. Tenía un temperamento posesivo en el primer libro, pero aquí es elevado para dejarlo listo en su cambio a ser “el malo” de esta historia. Quiere meter en una cajita de cristal a Feyre y que ella se transforme en su consorte para alejarla del peligro.

Al igual que con Rhysand no me creí su cambio y mucho menos es coherente. Siento que les quito mucha autenticidad a ambos personajes masculinos para que sirvan de buenos peones en su juego amoroso.

 Con mis pensamientos no quiero hacer referencia a que odie a estos personajes. Simplemente, sentí desilusión de cómo la autora los trabajo en esta segunda parte, lo que provoco que no conectara con ellos a los largo de la trama y que sobre todo no creyera sus acciones y hasta como se sintieron en determinados instantes.

Los mejor de la historia son sus personajes secundarios:

Cassian es un personaje que me encanta, ya que disfruto esos héroes con su pasado insatisfecho, que buscan mejorar y desarrollar una identidad de acuerdo a sus ideas y sobrepasar cada obstáculo. Además de que  mantengan una línea coherente desde que aparecen en escena.

Mor y Amren representan la fuerza femenina en todo su esplendor. Son mujeres que han pasado por mucho y no se han dejado caer. Me gusta su ingenio a la hora de poner en su lugar a quien se lo merece. También prometen mucho en cuanto a su evolución y espero la autora les dé el lugar que necesitan para desarrollarse más en la próxima entrega.

Lucien es un personaje que me cayó muy bien en Una corte de rosas y espinas. Aquí lamentablemente queda desdibujado y en segundo plano para solo surgir cuando se lo requiere para satisfacción de otros personajes. De igual manera sucede con la familia de Feyre. Elain es igual que un fantasma y apenas si tiene un par de diálogos, por fortuna su hermana Nesta hace su aporte es sus pequeñas apariciones. Es un personaje desaprovechado que tiene la fuerza que le falta a Feyre en esta oportunidad y es una lástima que la autora la deje tan de lado y ponga su atención en personajes que me dieron lo mismo.

Romance: Algo que destacaba en la historia anterior es lo segura de sí misma que era Feyre y como ella vivía su sexualidad sin tapujos, ni en fijarse en el que dirán. Sus sentimientos siempre fueron algo volátiles en el primer libro y a pesar de que yo no percibí la química verdadera entre ella y Tamlin, no entiendo las cartas que jugó la autora en cuanto al romance. Feyre se transforma en alguien que no sabe lo que quiere y en una chica que dice a amar a cualquiera. Son pocas los triángulos amorosos que son desarrollados de una forma creíble y con un resultado acorde a los personajes. Aquí se cae otra vez en el recurso de ensuciar a un personaje para beneficiar a otro, en lugar de obtener una respuesta adecuada y personal por parte de la protagonista. Es como si subestimaran a la chica y la trataran de idiota al crear situaciones donde le gritan a los cuatro vientos con quien debe quedarse.  Si en el libro anterior no sentí química entre Tamlin y Feyre, en esta entrega vi muy forzada su relación con Rhysand lo que ocasiono que no empatizara con ellos, ni con sus sentimientos y menos aun su destinada relación.

Me gusto: Me sigue agradando el mundo que creó la autora. La fantasía está bien retratada y me resulta atractiva cada región con sus descripciones y las características de sus habitantes y la magia que los rodea. Logre entusiasmarme con los personajes secundarios que van surgiendo y siento mucha curiosidad por su posterior desarrollo. Sobre todo de Cassian y Nesta.

No me gusto: Hay escenas claves dentro del argumento que me resultaron muy descuidadas y sin la importancia requerida. Por ejemplo, cuando transforman a Nesta y Elain en Faes. Ese momento fue relatado de forma brusca, sin emoción y la tensión que requería ese suceso para la protagonista principal.

Conclusión: Una corte de niebla y furia es un libro que no me atrapo completamente ya que considero que tiene muchas páginas de más y situaciones que no generan tensión, ni el misterio que supongo quiso plasmar la autora. El romance lo percibí como algo que estaba allí pero que no me llego. No obstante, me gusta el universo mágico y siento gran curiosidad por los personajes secundarios que conocí aquí y de los cuales ya soy fan, por lo que voy a darle una oportunidad al siguiente libro.

¿Leyeron la historia? Los leo en los comentarios

Como siempre, les agradezco por tomarse unos minutos para leer esta reseña y más aun, por dejar un comentario.

Te invito a darle una oportunidad a este ejemplar y a sumergirte dentro de sus páginas.

Nos leemos.